Sabemos que tu bandeja de entrada está llena de este tipo de mensajes, garantizandote lo que se está haciendo “con mucha precaución” con respecto al COVID-19. Queríamos compartir algunos principios que puedes tener a mano cuando platiques o estés orando sobre esta situación actual. Por favor, sepan que todavía estamos en la misión de atender las necesidades de los niños huérfanos y vulnerables y de sus familias.
Utilizando los principios informados en trauma, te alentamos a ser una presencia no ansiosa en la vida de quienes te rodean. Tenemos la oportunidad de traer la paz y sanidad de Dios a nuestros hogares y a nuestros amigos. Te recomendamos que tenga en cuenta estos principios basados en la Biblia, científicamente probados e informados en trauma:
- El estrés debilita nuestro sistema inmunológico, haciéndonos más susceptibles a las enfermedades. En medio de todo nuestro lavado de manos, podemos prestar atención al tono de nuestras voces y la condición de nuestros corazones.
- Un cerebro deshidratado es un cerebro irritado. Tomar agua es una excelente manera de limpiar nuestro sistema y es una buena práctica para prevenir infecciones. También sabemos que la hidratación es una intervención efectiva para la agresión.
- Las conexiones ayudan a regular emociones. Esta es una gran oportunidad para usar el tiempo discrecional y crear conexiones con amigos y familiares cercanos.
- Las familias se mantienen juntas. Informa a los niños que si una persona de su hogar está enferma, no estarán solos.
- Un padre regulado ayuda a informar la respuesta de un niño en cualquier circunstancia nueva e insegura. Mantener la calma cuando se habla de la situación es fundamental.
- Mantener la rutina aumenta el sentido de seguridad percibida. Podemos hacer todo lo posible para mantener las actividades predecibles, para que los niños sientan estabilidad.
- Cuidadosamente explica los cambios. Asegúrate de que los niños tengan advertencias y explicaciones sobre qué esperar, ya sea sobre la escuela, las vacaciones o su cuidado.
- Estar completamente presente y escucharse activamente el uno al otro. Es importante tomarse el tiempo para escuchar las preocupaciones de tus hijo/as o los niños bajo tu cuidado, y responder sus preguntas con respuestas apropiadas para su nivel de desarrollo.
- Limita el acceso de tus hijos a los medios de comunicación. Es posible que los niños no entiendan lo que ven o escuchan, así que deja que la información provenga de tí.
- Ofrece opciones para tu familia. En un momento en que algunas áreas de nuestra vida pueden sentirse fuera de nuestro control, puede ser útil ofrecer a nuestros familiares opciones. ¿Qué vamos a cenar? ¿Comemos en la mesa o hacemos un picnic en la sala?
Dios nos dice 365 veces en la Biblia que no tengamos miedo, y en Romanos, Él promete que trabajará todas las cosas para nuestro bien. Podemos confiar en Él en todas las circunstancias y llevar este mensaje de seguridad al mundo. Estamos comunicando dentro de nuestras comunidades en las que servimos mensajes de esperanza, paz y preocupación para los demás, y te invitamos a hacer lo mismo. Si podemos hacer algo para responder tus preguntas o servirte durante este tiempo, no dudes en comunicarte. Mientras tanto, continuaremos nuestro trabajo de amar a los niños huérfanos y vulnerables y a sus familias, y como siempre, apreciamos tus oraciones y generosidad.