10 Principios de Trauma para Practicar durante el COVID-19

Sabemos que tu bandeja de entrada está llena de este tipo de mensajes, garantizandote lo que se está haciendo “con mucha precaución” con respecto al COVID-19. Queríamos compartir algunos principios que puedes tener a mano cuando platiques o estés orando sobre esta situación actual. Por favor, sepan que todavía estamos en la misión de atender las necesidades de los niños huérfanos y vulnerables y de sus familias.

Utilizando los principios informados en trauma, te alentamos a ser una presencia no ansiosa en la vida de quienes te rodean. Tenemos la oportunidad de traer la paz y sanidad de Dios a nuestros hogares y a nuestros amigos. Te recomendamos que tenga en cuenta estos principios basados en la Biblia, científicamente probados e informados en trauma:

  1. El estrés debilita nuestro sistema inmunológico, haciéndonos más susceptibles a las enfermedades. En medio de todo nuestro lavado de manos, podemos prestar atención al tono de nuestras voces y la condición de nuestros corazones.
  2. Un cerebro deshidratado es un cerebro irritado. Tomar agua es una excelente manera de limpiar nuestro sistema y es una buena práctica para prevenir infecciones. También sabemos que la hidratación es una intervención efectiva para la agresión.
  3. Las conexiones ayudan a regular emociones. Esta es una gran oportunidad para usar el tiempo discrecional y crear conexiones con amigos y familiares cercanos.
  4. Las familias se mantienen juntas. Informa a los niños que si una persona de su hogar está enferma, no estarán solos.
  5. Un padre regulado ayuda a informar la respuesta de un niño en cualquier circunstancia nueva e insegura. Mantener la calma cuando se habla de la situación es fundamental.
  6. Mantener la rutina aumenta el sentido de seguridad percibida. Podemos hacer todo lo posible para mantener las actividades predecibles, para que los niños sientan estabilidad.
  7. Cuidadosamente explica los cambios. Asegúrate de que los niños tengan advertencias y explicaciones sobre qué esperar, ya sea sobre la escuela, las vacaciones o su cuidado.
  8. Estar completamente presente y escucharse activamente el uno al otro. Es importante tomarse el tiempo para escuchar las preocupaciones de tus hijo/as o los niños bajo tu cuidado, y responder sus preguntas con respuestas apropiadas para su nivel de desarrollo.
  9. Limita el acceso de tus hijos a los medios de comunicación. Es posible que los niños no entiendan lo que ven o escuchan, así que deja que la información provenga de tí.
  10. Ofrece opciones para tu familia. En un momento en que algunas áreas de nuestra vida pueden sentirse fuera de nuestro control, puede ser útil ofrecer a nuestros familiares opciones. ¿Qué vamos a cenar? ¿Comemos en la mesa o hacemos un picnic en la sala?

Dios nos dice 365 veces en la Biblia que no tengamos miedo, y en Romanos, Él promete que trabajará todas las cosas para nuestro bien. Podemos confiar en Él en todas las circunstancias y llevar este mensaje de seguridad al mundo. Estamos comunicando dentro de nuestras comunidades en las que servimos mensajes de esperanza, paz y preocupación para los demás, y te invitamos a hacer lo mismo. Si podemos hacer algo para responder tus preguntas o servirte durante este tiempo, no dudes en comunicarte. Mientras tanto, continuaremos nuestro trabajo de amar a los niños huérfanos y vulnerables y a sus familias, y como siempre, apreciamos tus oraciones y generosidad.